viernes, 20 de septiembre de 2013

יֵשׁוּעַ Yahshua

No sé si te ha pasado, pero en ocasiones nos ahogamos en un vaso de agua y olvidamos las buenas decisiones y de como en muchas oportunidades hemos transitado cambios que en menor o mayor medida estan llenos de problemas, dificultades y conflictos...
 
 
El trancito de un material a otro es un paso siempre complejo y en ocasiones es permitirte sentir que "retrocedes" en ciertos aspectos por la consecución de algo que luego potencia de forma permanente tu que hacer, tu vida o tu pensamiento.
Mirando con detenimiento veo que dominar la plastilina polimérica tomó mucho tiempo y por un buen tiempo tocó sacrificar detalles y formas que no podían ser adaptadas o aplicadas al nuevo material y había que reaprender para nivelarme nuevamente, y esto ha sucedido con cada material que experimento.
 
 
El papel no es la excepción, pero el conocimiento acumulado y la experiencia, te ayuda incluso en los momentos en que te sientes torpe o frustrado. No fueron pocos los intentos y las pruebas, pero finalmente afiné la técnica en una pieza, que abriría infinitas posibilidades para figuras posteriores y para hoy darme cuenta o quizá confirmar que solo las cosas complejas, aquello que representa un camino menos facil, aquello que te hace atravezar por un proceso lleno de tropiezos, te hace crecer.
Esta es la pieza con la que logré entender el camino que debía tomar con el papel, para lograr aquello que estaba en mi cabeza y esto la hace muy especial para mi.
 
 
 



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