“Mi buda” es una representación de la energía positiva como
inicio de todas las cosas. Un concepto que intenta alejarse por completo de la
felicidad producida a partir de la abundancia material. La felicidad es una
certeza, es una actitud transformadora y una energía de mucho poder que atrae
definitivamente cosas positivas a partir de las cuales se genera la prosperidad
verdadera y la consecución de oportunidades para el éxito.
La idea parte de comprender la distorsión tan inmensa que
tenemos del concepto superficial de ser feliz, que la felicidad me la “va a dar”
otro ser, otro lugar, un nuevo teléfono, la nueva pareja o el amor de los
padres. Se trata de algo mucho más allá y busca encontrar precisamente el
camino adecuado que me pueda llevar a disolver las mentiras, las falsas expectativas
que me hice con las personas, el trabajo, el amor, el que alguien se vaya o que
un fantasma regrese.
Por eso no me refiero a una versión “tonta” de la felicidad,
ni a hacerle creer al mundo que somos felices, sino a la posibilidad inmensa
que desde la mas profunda oscuridad nos podemos transformar, abrir las puertas
a cosas nuevas, soltar los lastres del pasado, comprender que todo lo sucedido
nos trae una enseñanza, por lo que conviene soltar a las personas, el pasado y
lo que nos ha hecho sufrir y capitalizar ese aprendizaje que nos prepara para
cosas mejores…
Este concepto de crear una actitud de este tipo, lo trabajé en
tiempos de transición, lo compartí por primera vez en tiempos de pérdidas y hoy
lo público desde la oscuridad, porque creo en lo que te digo, y porque primero
practico lo que luego enseño… o al menos lo intento de ese modo…
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